En una reseña de un libro en Nature, Jerry Coyne usó palabras poco amables con un interlocutor que levantó la mano después de que Coyne diera una charla contra el Diseño Inteligente en el Colegio de Abogados de Alaska. Coyne escribió:
Después de dar una conferencia esta primavera en el Colegio de Abogados de Alaska sobre el debate del Diseño Inteligente y la evolución, un joven abogado se me acercó en el podio. Su sonrisa de labios apretados, su pelo corto y su brillo maniático en los ojos me indicaron que probablemente era un creacionista sediento de sangre. No me equivoqué.
(Jerry Coyne, «Selling Darwin: Does it matter either evolution has any commercial applications?», reseñando The Evolving World: Evolution in Everyday Life de David P. Mindell, en Nature, vol. 442:983-984 (31 de agosto de 2006), cursiva añadida.)
El mensaje final parece ser que no hay que hacer preguntas difíciles sobre la evolución a los principales darwinistas, o se les llamará con malos nombres en las principales revistas científicas.
Dejando de lado el hecho de que Coyne reconoce que existe un «debate sobre el Diseño Inteligente y la evolución», yo mismo tengo algunas preguntas sencillas:
- ¿Es esta descripción poco amable de un «creacionista» indicio de sesgo mezquino por parte de lo que Nature está dispuesta a publicar sobre los escépticos de la evolución?
- ¿Habría publicado Nature palabras similares para describir a un evolucionista?
- Dado que el interrogador simplemente hizo una pregunta honesta y no abrasiva (“No estoy de acuerdo con lo que usted dijo sobre la evolución, pero incluso si fuera cierto, ¿cómo se entiende? … ¿Tiene algún valor práctico?”), ¿las palabras de Coyne sobre esta persona (a) estaban justificadas o (b) eran apropiadas?
- Coyne afirmó que la apariencia de la persona («sonrisa de labios apretados, cabello corto y brillo maniático») implicaba que era «probablemente un creacionista sediento de sangre». ¿Promueve esto un estereotipo?
Imagen o idea aceptada comúnmente por un grupo o sociedad con carácter inmutable.
Real Academia Española
Por último, cabe destacar que Jerry Coyne responde a la pregunta sobre la evolución argumentando que su valor reside en su poder explicativo, no en su aplicación comercial:
….a decir verdad, la evolución no ha producido muchos beneficios prácticos o comerciales. Sí, las bacterias desarrollan resistencia a los medicamentos, y sí, debemos tomar contramedidas, pero más allá de eso no hay mucho que decir. La evolución no puede ayudarnos a predecir qué nuevas vacunas fabricar porque los microbios evolucionan de manera impredecible. Pero ¿no ha ayudado la evolución a orientar la cría de animales y plantas? No mucho. La mayor parte de las mejoras en plantas y animales de cultivo se produjeron mucho antes de que supiéramos nada sobre la evolución, y se produjeron porque la gente siguió el principio genético de “lo similar engendra lo similar”. Incluso ahora, como admiten sus practicantes, el campo de la genética cuantitativa ha sido de poco valor para ayudar a mejorar las variedades. Los avances futuros casi con certeza provendrán de la transgenia, que no se basa en absoluto en la evolución. (p. 984)
Por cierto, uno de los dos usos comerciales que Coyne encuentra para la evolución incluye «el uso de la ‘evolución dirigida’ para producir productos comerciales (como enzimas para proteger las plantas de cultivo de los herbicidas)» (pág. 984). La «evolución dirigida» también se conoce como Diseño Inteligente.
Artículo publicado originalmente en inglés por Casey Luskin Ph.D. en Evolution News & Science Today
Crédito de la imagen, Nicole Reggia en https://www.nowthatswild.com/interviews/jerry-coyne.html