Una forma previamente desconocida, el escutoide, resulta crucial para el origen de la vida más allá de lo unicelular. También parece provocar analogías con la arquitectura y el diseño que pueden dejar incómodos a los darwinistas.

«Un bloque de construcción de organismos multicelulares»
Aparece en The New Yorker:

Hasta la semana pasada, el mundo de la ciencia desconocía el escutoide. El escutoide es una forma tridimensional básica, como un cubo o una esfera, pero no como ninguna de esas cosas. Es más como una columna con la mitad de un extremo recortado en ángulo; las narrativas populares lo han descrito como un prisma retorcido, aunque eso no es tan útil. «Es un prisma con una cremallera», me dijo emocionado Javier Buceta, un biofísico de la Universidad de Lehigh y uno de los descubridores del escutoide. Esto tampoco fue tan útil…

[L]os escutoides resultan estar en todas partes, especialmente en los seres vivos. La forma, por extraña que sea, es un bloque de construcción de organismos multicelulares; la vida compleja tal vez nunca haya surgido en la Tierra sin ella

Uno de los muchos misterios de las células vivas es cómo logran florecer en unidades multicelulares coherentes. Una persona o un ornitorrinco comienza como una sola célula, que se divide en más células, que también se dividen y subdividen. Algunas de estas, las células epiteliales, están destinadas a convertirse en tejidos y órganos. Las células se juntan en capas, que se doblan y pliegan en sumas mayores tal que forman: ovarios, riñones, corazón. En parte, es un desafío de estructura, un problema de geometría

Buceta ofreció la analogía de un arco romano. Puede formar adoquines rectangulares en una fila recta, pero para formar una curva, las piedras deben cambiar de forma para que una cara, el extremo inferior, en el interior del arco, sea más pequeña que la cara superior.

USA Today señala: «Los investigadores nombraron la forma después de un diseño similar en el tórax de algunos escarabajos». ¿Qué? ¿Un «diseño» similar? El «diseño en el tórax»? BGR hace eco diciendo: «Recibió su nombre por la espalda de un escarabajo que parece compartir el mismo diseño». También lo hace Popular Mechanics: «Gran parte de nuestro cuerpo está cubierto de células epiteliales, que son células diseñadas para mantenerse juntas para formar algún tipo de barrera o pared «.

La idea incorrecta
Estas fuentes deberían ser más cuidadosas con su elección de palabras. Alguien podría tener la idea equivocada.

Hablando de arquitectura y diseño, nuestro colega Jay Richards señala: «Se parece mucho al nuevo rascacielos en Seattle, justo cuesta arriba de las oficinas del Discovery Institute». Y es cierto.

Daniel Reeves salió de las oficinas y tomó esta foto bajo un cielo nublado. ¡Es un escutoide, escondiéndose a la vista! O se parece un poco a primera vista, de todos modos.


Artículo publicado originalmente en inglés por David Klinghoffer

Crédito de la imagen: Scutoids, por la Universidad de Sevilla, a través de la Universidad Lehigh. Crédito de la foto: Daniel Reeves.