Recientemente observé que los físicos parecen estar más preparados que los biólogos para cuestionar teorías fundamentales. ¿Qué hay de los matemáticos? ¿Están abiertos a contrarrestar la tendencia y ver evidencia de diseño en la naturaleza? Hace un tiempo, se destacó una conferencia TED, «De la concepción al nacimiento – Visualizado«, por el matemático Alexander Tsiaras. No estaría de más echar un segundo vistazo a ese vídeo, que compensa ampliamente la pequeña inversión de tiempo.

La conferencia muestra imágenes de resonancia magnética de un embrión humano en crecimiento, hasta el momento del nacimiento. Mientras Tsiaras habla de esto, la aparente libertad que siente para pensar y hablar en términos no materialistas crea un contraste sorprendente con la cantidad de biólogos darwinianos que podrían describir lo mismo.

Tsiaras explica que, como miembro de la facultad en el Departamento de Medicina de la Universidad de Yale, donde fue Jefe de Visualización Científica, trabajó con un equipo para desarrollar imágenes de resonancia magnética. En la conferencia, habla sobre cosas que él y sus colegas vieron usando esta tecnología, y la complejidad del cuerpo humano a medida que crece. Con respecto a sus estudios, explica que «usando el nuevo tipo de tecnologías de escaneo», el equipo vio «cosas que nunca antes se habían visto antes», cosas que «simplemente te maravillaron». Continúa:

Recuerdo una de las primeras veces que mirábamos el colágeno. Todo el cuerpo, todas sus partes… el pelo, la piel, los huesos, las uñas… todo hecho de colágeno. Es como una estructura de cuerdas que rota y gira así. El único lugar en el que el colágeno cambia su estructura es en la córnea del ojo. En el ojo, adopta una forma de grilla por eso, se hace transparente, en vez de opaco. Es una estructura tan organizada que era difícil no atribuirla a la divinidad. Porque seguimos viendo esto una y otra vez en distintas partes del cuerpo.

Como programador de computadoras, Tsiaras se sorprendió de la complejidad de la información que encontramos en el cuerpo humano:

Pero como ven, cuando empezamos a trabajar con estos datos, es bastante espectacular. A medida que exploramos cada vez más en este proyecto, vemos estas dos células simples con una maquinaria increíble que produce la magia que somos. Conforme trabajamos en estos datos, mirando los rincones del cuerpo, estos pedacitos de tejido, trofoblastos que salen de un blastocito, de repente todos se hacen camino en el útero diciendo: «vine para quedarme». Conversan y se comunican con los estrógenos, las progesteronas; dicen: «vine para quedarme, plántame». y forman este feto trilineal increíble que en 44 días podremos reconocer y en nueve semanas es un pequeño ser humano. La maravilla de esta información: ¿Cómo funciona este mecanismo biológico dentro de nuestro cuerpo para ver realmente esta información?

Sus comentarios, como matemático, sobre la complejidad del desarrollo humano son notables:

La magia de los mecanismos dentro de cada estructura genética que dice exactamente dónde debe ir esa célula nerviosa, la complejidad de estos modelos matemáticos que determinan cómo debe hacerse va más allá de la comprensión humana.

Si bien soy matemático, observo maravillado cómo estas instrucciones no se equivocan al construir lo que somos. Es un misterio, es magia, es divinidad.

No sé específicamente cuál es la postura de Tsiaras sobre el tema del diseño inteligente. Pero este comentario brinda indicios sobre su perspectiva:

Recuerdo una de las primeras veces que mirábamos el colágeno. Todo el cuerpo, todas sus partes… el pelo, la piel, los huesos, las uñas… todo hecho de colágeno. Es como una estructura de cuerdas que rota y gira así. El único lugar en el que el colágeno cambia su estructura es en la córnea del ojo. En el ojo, adopta una forma de grilla por eso, se hace transparente, en vez de opaco. Es una estructura tan organizada que era difícil no atribuirla a la divinidad. Porque seguimos viendo esto una y otra vez en distintas partes del cuerpo.

Artículo publicado originalmente en inglés por Evolution News

Crédito de la imagen: Alexander Tsiaras en su conferencia TED