Como se describe en el libro The Privileged Planet, de Guillermo Gonzalez y Jay Richards, la Tierra no solo está afinada para la vida, sino que también está bien diseñada para permitirnos hacer descubrimientos científicos. Un nuevo documento de BIO-Complexity de Guillermo Gonzalez, “The Solar System: Favored for Space Travel» [El sistema solar: favorecido para el viaje espacial], extiende los argumentos de The Privileged Planet a nuestra capacidad de viajar en el espacio. González resumió previamente algunos de sus argumentos aquí, pero vale la pena resumir algunos de sus argumentos.
Muchos de los exoplanetas que se están descubriendo son «super-tierras» gigantes, planetas con una masa de hasta 10 veces la masa de la Tierra. Estos planetas plantean un problema para los viajes espaciales. A medida que aumenta la gravedad de un planeta, también lo hace la cantidad de combustible necesaria para que un cohete escape de la gravedad del planeta y llegue al espacio. Como lo expresa González, «la fracción de masa [del combustible en un cohete] es una función exponencialmente creciente de delta-V en relación con la velocidad de escape». Por lo tanto, a medida que aumenta la gravedad superficial de un planeta, la cantidad de combustible necesaria para que un cohete sea lanzado al espacio aumenta a una velocidad exponencial hasta que se necesite tanto combustible que sea imposible que el cohete escape de la gravedad de un planeta.
Él encuentra «que la masa máxima de carga útil se reduce en aproximadamente un 40% para una súper-tierra solo un 20% más masiva que la Tierra». Más allá de 1,65 masas terrestres, Saturno V no pudo lanzar nada más allá de la atmósfera del planeta «. En otras palabras, una civilización en un planeta más grande que aproximadamente 1.65 masas terrestres encontraría muy difícil participar en la exploración planetaria como lo hemos hecho yendo a la luna.
La pregunta de un escéptico
Un escéptico podría preguntar: «¿No podría una civilización más avanzada tecnológicamente desarrollar nuevas fuentes de combustible que requieran menos masa?» Quizás, uno siempre puede recurrir a descubrimientos científicos hipotéticos o desconocidos para explicar cualquier problema. Sin embargo, los argumentos del planeta privilegiado analizan lo que sabemos, no lo que no sabemos. Según lo que sabemos, la evolución tecnológica de cualquier civilización debe pasar presumiblemente por fases de «tecnología más baja», como estamos ahora antes de que lleguen a las fases de «tecnología más alta». Parece que somos bastante «afortunados» de que, a menos de 200 años del comienzo de la Revolución Industrial, pudimos explorar el espacio y aterrizar en la luna.
González también pregunta cuán difícil sería para un cohete escapar de un sistema solar. Él encuentra que «es más difícil lanzar misiones interestelares desde la zona habitable circunestelar de una estrella de baja masa». Pero el tamaño de nuestro sol hace posible la producción de tales cohetes.
Cuando se trata de encontrar nuevas formas de aplicar argumentos planetarios privilegiados para encontrar propiedades de la Tierra que están «afinadas», el cielo es literalmente el límite.
Foto: Astronauta Peggy Whitson en una caminata espacial, marzo de 2017, por la NASA.
Artículo publicado originalmente por Evolution News & Science Today