Aunque cualquier otro proceso natural (no inteligente) conocido tiende a convertir el orden en desorden, los darwinistas siempre han creído que la selección natural es el único proceso natural en el universo que puede crear orden, orden espectacular, a partir del desorden.

En mi video de 2012 «La evolución es un proceso natural que corre al revés» Cité ejemplos (comenzando en el tiempo 10:50) del libro The Edge of Evolution de Michael Behe ​​2007 para demostrar que a pesar de todas las afirmaciones sobre los poderes creativos de la selección natural, esos poderes nunca han sido realmente observados.

Behe analiza en detalle «el avance y desvio de la evolución de la malaria humana» y concluye que «no construyó nada, solo destruyó cosas». Revisa los resultados de las décadas de experimentos de E. coli de Richard Lenski, que el artículo de la revista New Scientist afirma fue «la primera vez que la evolución se vio atrapada en el acto», y concluye que la selección natural solo rompió algunos genes y desactivó otros. Por lo tanto, concluí en el video: «Parece que la selección natural de mutaciones aleatorias es como cualquier otra causa poco inteligente en el universo después de todo, y tiende a crear desorden a partir del orden y no al revés».

Aunque todavía no he visto una copia, me entusiasmó saber que el nuevo libro de Behe, Darwin Devolves, se expande en gran medida sobre este tema y concluye que la selección natural no es, después de todo, el único proceso natural en el universo que puede hacer que la naturaleza funcione hacia atrás. Esas son mis palabras, no las de Behe, y para entender lo que quiero decir, tendrá que ver el video.

Acá les comparto el vídeo al que hice referencia al inicio de esta publicación.

Imagen: E. coli bacteria, por Joaquin D Taylor [CC BY 4.0], de Wikimedia Commons.

Artículo publicado originalmente en inglés por Granville Sewell Ph.D.